Prólogo



La poesía y la vida no son diferentes. El poeta no es aquel que solamente está enamorado de la luna, del dormido mar, de la naturaleza y el amor. Es eso y mucho, pero mucho más. Los poetas viven su hora de dolor y de ira en este momento decisivo.

Un querido amigo, dice sobre los poetas: “Todo poeta es un equilibrista. Un equilibrista de la forma, de las imágenes, de los sonidos, de la cadencia, de los tonos, de los ritmos. Pero, por sobre todo, debe ser malabarista de las ideas”.

Y eso es la poesía actual de los pueblos en lucha por la liberación. Pero no es una poesía solamente de sangre y lágrimas. Es una poesía de combate, es también un arma.

Y lo más estimulante, lo que mantiene en alto la moral, es la esperanza. Debemos seguir con la firmeza al pie del corazón, siempre junto a quien lo necesita, de cara a la esperanza.

Vivimos la poesía al lado de nuestra historia.

Cada sirio que muere se hace parte del ser íntimo de los poetas, se hace herida lacerante en nuestro cuerpo, se arraiga en lo más profundo de nuestras entrañas.

El poeta es una conducta moral, debe escribir con humildad pero con rabia, está comprometido con su gente, con sus luchas, con su revolución. Debe escribir contra la pasividad de la palabra oficial, contra la hipocresía de los cómplices sin escrúpulos.
Poetas sirios y poetas del mundo: es necesario escribir con la más alta calificación estética, con imaginación creadora, con un lenguaje nuevo y vigoroso, de manera tensa y luminosa.

Poetas sirios, es una lucha sin cuartel pero la conducta moral continúa, asciende, crece y terminará su etapa de victoria a favor de los oprimidos.

Hay que estar en contra de la muerte organizada y el terror como institución, es la única forma de sentirse vivo. La actual realidad del país, así lo exige; las circunstancias lo imponen. Es una obra de teatro que estamos en el deber de publicar, de divulgar.

Los acontecimientos absurdos, aún inexplicables, provocan la ira y el dolor en los cuatro puntos cardinales de nuestra querida Siria. La sátira, la ironía, el humor negro, lo maravilloso y lo terrible, la realidad inverosímil, son nuestras armas.

El poeta juega con las palabras de forma dura, precisa y hermosa; protesta, golpea, dispara, fustiga, denuncia, estremece conciencias y condena la opresión, sea quien sea quien la perpetre.

Hoy, es el momento. Hoy podemos elegir, hoy podemos decidir cómo serán las ramas y las hojas que nos darán sombra en el mañana.

Hasta aquí esta obligada presentación, en días de duelo y agonía, cuando pareciera hundirse la esperanza. Aunque pequeña, es una obligación solidaria con nuestra bella y amada Siria, patria de héroes, patria noble.

Amigo lector, esta es una selección de poemas y relatos. Poemas, relatos y testimonios para la vida, no para la destrucción, porque todas las guerras son inútiles, inmorales e injustas.


EDUARDO BALLÁN